domingo, 25 de julio de 2010

Suspiros.

La noche explotaba entre mis suspiros y las lagrimas que solo nacen para volver a morir. El calor de la estufa quemaba los recuerdos que querían escapar, mientras mis dedos se volvían amarillos por sostener los cigarrillos que solo se consumían intermítales.
Que violento es mirarse a un espejo después de escuchar a la ciudad eructar una vez más.
Que triste es sostenerse en la literatura que ahonda las muertes pragmáticas.
Mire mis uñas pintadas de azul y me di cuenta que estaba volviendo. La vida pega vueltas interminables y no importa la estética del sonido.
“Ahora ya no lloras” decía él. Y yo me quede ahí, viendo la luna pintar la noche y las calles que albergan al enfurecido frió.

2 comentarios:

  1. Mientras caen las lagrimas entre suspiros, se limpia nuestro adentro de esas cosas que quieren salir.
    No las retengan, que griten aunque sean llorando.

    Un beso.

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  2. Luego de sentir lo mismo que tu describes, fue cuando decidí comenzar a respirar entre palabras y dejar de mirar la luna q de hecho los más tristes recuerdos me aporta.
    Besos

    http://www.youtube.com/watch?v=HRV6FRml_uA
    P/D Cuando sientes que mueres, toma el envión y vuelve a renacer.

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