viernes, 4 de marzo de 2011

Noche y olvido.

4.15 a.m. No es miércoles, no es jueves. Miro la solemne pared y pienso en el futuro. Me escabullo del momento tecleando en frenético ritmo. Miro a mi gato, que tirado cómodamente en el suelo también piensa en algo. Los segundos pasan en indescriptible tortura, en taladrante e inexistente silencio: ¿Qué esta pasando afuera?
Me asomo a la ventana y noto la presencia de un tipo. Fuma en una pipa pequeña y se sostiene sobre sus dos piernas, mientras su vista clavada en un punto sombrío estremece el aire, que mueve las cortinas de todas las casas (supongo). Su camisa desprendida deja notar una herida en el pecho, roja, aun en proceso de cicatrización. Miro sus ojos negros, impenetrables, que parecen esperar el sueño para poder cerrarse. Mi corazón se acelera y no puedo evitar salir y hablarlo: ¿Qué desea señor? Le pregunto, pero no obtengo respuesta alguna. ¿Esta buscando algo? Indago en la muda oscuridad. ¿Qué necesita? Pregunto de nuevo, esperanzado de obtener una respuesta al fin, pero esta no llega, así que harto de su silencio atravieso el porche de mi casa y lo tomo por el cuello de la camisa. Colérico y malhumorado, verborrágico y totalmente irritado empiezo a zarandearlo para todos lados, lo azoto contra la pared y lo insulto repetidas veces, lo golpeo sin piedad hasta que queda tirado en el frío pavimento de la calle: ¡¿Qué desea?! ¡¿Qué necesita?! ¡¿Qué busca en esta noche de verano que se despide?! ¡¿Por qué esta acá, perdiendo el tiempo en vez de correr por toda la ciudad sin mirar hacia atrás?! Le grito una y otra vez esas preguntas mientras le escupo todo mi veneno en la cara. El tipo solamente atina a mirarme asustado, sollozando. Se levanta y se tira sobre mi para darme un abrazo, lo aparto de un empujón, lo insulto algunas veces mas. Enseguida me doy vuelta para entrar a mi casa, pero cuando tanteo la puerta esta cerrada. Miro hacia atrás para ver nuevamente al tipo, pero ya no esta, se ha esfumado como se esfuma un recuerdo sin importancia. Inútilmente trato de abrir la puerta durante unos segundos mas, hasta que desisto.
Estoy solo, sentado en el escalón de entrada a mi casa, me olvide las llaves esta noche, y me puse a escribir esta mierda en el celular. Te la regalo.

1 comentario:

  1. Buena elección para escribir, dejarse las llaves olvidadas.

    Original.
    Saludos.

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