sábado, 19 de febrero de 2011

Aire 2


Después de un ensayo, de un proyecto que dura lo que la métrica predice, mi conciencia se hilvana con el esfuerzo inapropiado que a veces precede a una idea.
De la tierra se extrae la incógnita. Una obsecuencia que no logro entender, y creo que vos tampoco. O a lo mejor, ahora el camino es una masa de felicidad irreal e insostenible veracidad.

¿Qué decirle al blanco espacio que queda en el vacío?

¿Qué forma darle al tiempo, si a mi guitarra no le quedan cuerdas?

¿Que teoría es tan sumisa como para dejar conforme una mente sin estribos?

¡Aire! Aun lo recuerdo, esgrimiendo la tenebrosa y sátira evidencia que atravesó el tiempo. Muriendo en una noche infinita, que se desarmo fácil, como un juego de legos viejo y gastado en las manos de un niño sumido en soledad.

– Entonces:

Ahí, entre los últimos cigarrillos de la cajita, quedaba la esperanza, apagada y desechada como herramienta de lúgubre imparcialidad (pero no hay definición alguna).

2 comentarios:

  1. Después de todo queda el ensayo de tu razonamiento, la raíz que engendra la pregunta, persiste, aunque no encontremos respuestas.
    Gracias por tu paso.
    Saludos.

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  2. me encuentras en falta.
    este aire hoy no lo entiendo.

    Un beso.

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